En el post de hoy os venimos a hablar de una festividad japonesa la cual es curiosa, bonita e interesante. ¡Comencemos!
Cada año, el 5 de mayo, Japón celebra el Día del Niño (こどもの), una festividad dedicada a conmemorar la felicidad y el crecimiento saludable de los niños. El día forma parte de la famosa “Semana Dorada”, una de las festividades más importantes del país.
Uno de los símbolos más emblemáticos de esta celebración son las Koi no Bori (banderas con forma de carpa) que ondean en hogares y lugares públicos. Estas carpas de colores flotando en el viento representan fuerza, perseverancia y éxito, valores que esperamos inculcar en nuestros niños.
La tradición de las serpentinas de carpas tiene raíces antiguas en la cultura japonesa. Está inspirada en la leyenda china de la carpa, que nada río arriba, sobre una cascada y finalmente se transforma en dragón, simbolizando la superación y la transformación. Por eso cada carpa tiene un significado especial:
- Magoi: representa al padre.
- Carpa roja (higoi): representa a la madre.
- Carpas de otros colores: representan a los niños, agregue una por cada niño de la familia.
Además de las serpentinas de carpas, durante el Día del Niño, las casas se decoran con kabuto (), cascos de samuráis en miniatura, y mayu ningyo (五月人形), muñecos de samuráis, para desearles a los niños fuerza y coraje. Es imprescindible probar postres tradicionales como el kashiwabiki (pasteles de arroz rellenos de pasta de frijoles rojos y envueltos en hojas de roble) y el kuehjuan (arroz glutinoso envuelto en hojas de bambú).
Creado originalmente para celebrar a los niños (antes conocido como Día del Tango, sólo para niños), el Día del Niño ahora se ha convertido en un día para todos los niños y niñas, que celebra su alegría, sus sueños y su futuro.
La imagen de la serpentina de carpas flotando en el cielo azul se ha convertido en un símbolo de esperanza y vitalidad, no sólo para los niños, sino para Japón en su conjunto.
¿La conocíais? ¿Qué os ha parecido? ¡Os leemos en los comentarios!