En el post de hoy os venimos a hablar de un pueblo de Polonia que estamos seguros que os va a enamorar. ¡Comencemos!
El pueblo de Zalipie, situado en el sureste de Polonia, es una obra de arte viva y alberga a unas 800 personas.
La identidad de Zalipie comenzó a gestarse hace dos siglos, cuando las amas de casa buscaban la mejor manera de tapar las manchas de hollín de sus estufas que oscurecían sus techos. Primero los limpiaron y luego empezaron a pintarlos de blanco usando pelo de vaca como pincel y una mezcla de aceite de bola de masa, leche, azúcar y clara de huevo como pigmento. A medida que las manchas comienzan a penetrar en la cal, intensifican las áreas problemáticas y poco a poco las transforman en formas geométricas y luego en flores de colores.
Cuando el "lienzo" no pudo contener la pintura, las mujeres encontraron alternativas. Aunque la necesidad inicial se limitaba a los techos, pronto comenzaron a pintar paredes y luego estufas, perreras, pajareras, gallineros, graneros, árboles, patios, porches e incluso el exterior de las casas. Incluso el interior de la iglesia de Zalipi está decorado con motivos florales que se combinan armoniosamente con iconos y otros elementos cristianos.
Quizás la historia local más famosa sea la de Felicja Curylowa, una anciana pequeña, frágil y de pelo blanco que pintaba cada rincón de su casa, por dentro y por fuera, y todos los enseres del hogar. Años después de su muerte, su casa fue convertida en museo. La tradición es continuada por otras mujeres mayores que todavía pintan objetos inesperados, visten ropa pintada a mano y se sientan en jardines donde cada maceta y banco está decorado con motivos florales. Saludan a los visitantes y los invitan a entrar. Sería una pena rechazar la invitación. Una cálida sonrisa, unas pocas palabras a pesar de la barrera del idioma, un brillo en los ojos al ver a los turistas admirando el techo pintado... Todo esto completa la auténtica experiencia de Zalipi y su gente, que convirtieron lo que tenían en arte, sin ninguna intención comercial, de alarde ni de publicidad.
¿Lo conocíais? ¿Lo habéis visitado? ¡Os leemos en los comentarios!
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