En el post de hoy os venimos a hablar de un pintor finlandés. ¡Comencemos!
Holmberg nació en Helsinki. Su padre fue Olof Henrik Holmberg (1799-1863) y su madre Josephine Gustava Federley (1806-1840). Su madre murió de tisis y Olof crió a los seis hijos supervivientes con la ayuda de sus hermanas. Werner mostró interés por la pintura desde una edad temprana, tomando lecciones privadas con Pehr Adolf Kruskopf y más tarde con Magnus von Wright. También aprendió técnicas de pintura al óleo de Johann Eric Lind. En 1848 ingresó en la recién creada Academia de Bellas Artes. Sin embargo, su padre quería que estudiara derecho, por lo que durante su primer año en la universidad trabajó a tiempo parcial en la Comisión Estatal de Aduanas. En la universidad continuó estudiando pintura con Bernd Gordon Yeam y nuevamente con von Wright. En 1850, ayudó a Robert Wilhelm Eckermann a pintar frescos en la catedral de Turku. Holmberg completó sus estudios en 1853.
En julio de 1853, se trasladó a Düsseldorf, convirtiéndose en el primer estudiante de arte finlandés en la ciudad, después de que numerosos estudiantes noruegos y suecos ya hubieran estudiado allí. Estudió bajo la tutela de Hans Gude, y también recibió ayuda de Erik Bodom en su trabajo. Los temas nórdicos eran populares en Alemania, y Holmberg se centró inicialmente en ellos, con obras como Los rápidos de Kyrö. Su consagración llegó en 1856 con Mañana de otoño, obra que le permitió vender rápidamente todas sus pinturas. Para ese entonces, Gude consideraba a Holmberg completamente formado y concluyó su tutelaje, aunque ambos mantuvieron contacto cercano. Al agotarse los bocetos de paisajes finlandeses, Holmberg comenzó a pintar paisajes alemanes.
En 1857, tras cuatro años de ausencia, regresó a Finlandia y pasó tiempo con sus familiares. En el verano de 1858, visitó Noruega, donde contrajo matrimonio con la noruega Anna Glad (1834–1909), pintora e hija del comandante de la fortaleza de Akershus, Christian Glad. Gude también pasó tiempo con Holmberg en Noruega, realizando juntos bocetos en acuarela cerca de Christiania. Holmberg decidió establecerse en Düsseldorf, donde pasó el invierno junto a Anna. En el verano de 1859, visitaron Finlandia y estuvieron en Kuru.
Sin embargo, a principios de 1860, Holmberg comenzó a enfrentar serias dificultades pulmonares debido a la tuberculosis, enfermedad con la que había lidiado durante años. En la primavera de ese año, nació su hija, Betzy (quien más tarde se convertiría en compositora), pero la pareja enfrentó problemas financieros al tener dificultades para vender sus pinturas. La situación parecía mejorar cuando Holmberg recibió una invitación para ser profesor de arte paisajista en una nueva escuela de arte en Weimar. No obstante, la invitación fue cancelada y Werner, ya postrado en cama, empeoró rápidamente. Falleció en septiembre de 1860, dejando muchas de sus pinturas inconclusas. Una de sus hermanas y un hermano mayor también habían muerto de la misma enfermedad.