En el post de hoy os traemos la reseña de la película animada de los noventa "El gigante de hierro". ¡Comencemos!
Dirigida por Brad Bird y basada en la novela de Ted Hughes, El Gigante de Hierro (The Iron Giant) es una de esas películas que, aunque en su momento pasó desapercibida en taquilla, con el tiempo se ha convertido en una obra de culto por su emotividad, mensaje atemporal y animación cuidada.
Ambientada en un pequeño pueblo de Maine durante la Guerra Fría, la historia sigue a Hogarth Hughes, un niño curioso y solitario que un día descubre a un gigantesco robot extraterrestre con la apariencia de un coloso metálico. A pesar de su tamaño y fuerza, el Gigante demuestra tener un corazón bondadoso y una inocencia entrañable. Sin embargo, su existencia pronto atrae la atención del gobierno, representado por el paranoico agente Kent Mansley, que ve en el robot una amenaza para la seguridad nacional.
Opinion:
Jon: La verdad es que se que este es un clásico del cine de animación de los noventa. Yo conocía al personaje del gigante de hierro pero no sabia cual era la trama de la pelicula ni nada, por lo que hace unos días me anime a verla y la verdad es que me encantó.
La película trata temas profundos como la identidad, el miedo a lo desconocido, la elección entre el bien y el mal, y la posibilidad de que "puedes ser quien tú quieras ser", incluso cuando otros te ven como un monstruo. Es un poderoso mensaje antibelicista, especialmente relevante en su contexto histórico, pero presentado de una manera que resuena tanto en niños como en adultos.
Visualmente, El Gigante de Hierro combina animación tradicional dibujada a mano con técnicas digitales, logrando un estilo cálido y expresivo. La relación entre Hogarth y el Gigante es el corazón de la película, construida a través de momentos de humor, ternura y drama que no caen nunca en el sentimentalismo forzado.
La banda sonora, compuesta por Michael Kamen, acompaña perfectamente el tono nostálgico y épico de la historia, reforzando las emociones sin sobrecargar la narrativa.
En definitiva, El Gigante de Hierro es una joya del cine de animación: sencilla en apariencia, pero inmensa en su impacto emocional. Una historia sobre la amistad, la elección y la redención que sigue tocando corazones más de dos décadas después de su estreno.
¿La habéis visto? ¿Qué os ha parecido? ¡Os leemos en los comentarios!
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